lunes, 17 de junio de 2013

Dr. Horrible's Sing-Along Blog (Joss Whedon, 2008)



Productos de una sociedad viciada by Daniel Reigosa





Título original: Dr. Horrible's Sing-Along Blog | Año: 2008 | Duración: 45 min. | País: Estados Unidos | Director: Joss Whedon | Guión: Joss Whedon, Maurissa Tancharden, Jed Whedon, Zack Whedon | Música: Jed Whedon, Joss Whedon | Fotografía: Ryan Green | Reparto: Neil Patrick Harris, Nathan Fillion, Felicia Day, Simon Helberg | Productora: Mutant Enemy Productions

Cuando uno se enfrenta a una obra del polifacético Joss Whedon (director, autor de cómics, guionista, compositor) sabe de antemano que la originalidad, la creatividad, el humor con un cierto toque friki y absurdo, la calidad y el compromiso con el espectador estarán presentes. Lo ha demostrado tanto con proyectos ambiciosos como Los Vengadores (The Avengers, 2012), con series de culto como la magnífica Firefly (2002-2003) o con proyectos más modestos como esta Dr. Horrible´s Sing-Along Blog (2008) que nos ocupa.

Esta miniserie se nos presenta como una especie de musical absurdo con un fracasado supervillano de protagonista, Dr. Horrible (Neil Patrick Harris, How I Met Your Mother), que contesta cartas de seguidores en un videoblog (motivo principal de sus fracasos) y que necesita hacer méritos para entrar en la Malvada Liga del Mal, dirigida por el maligno Caballo Loco (genial la aparición de éste). Pensada en sus inicios para su distribución en la red, surge como respuesta a la huelga de guionistas que durante el bienio 2007-2008 azotó la industria cinematográfica norteamericana y que, todo sea dicho, contribuyó de manera notoria a la inyección de calidad que experimentaron las series de TV estadounidenses. Whedon rueda ente amigos, con un bajo presupuesto, un producto sólido que sirve como prueba fehaciente de que el dinero no es condición sine qua non de la calidad.

Ante la avalancha de megalómanas superproducciones de superhéroes que arrasan las carteleras desde el 11-S, esta comedia en tres actos se alza como una antítesis, una sátira profunda sobre la hipocresía y el papanatismo de la sociedad americana (y por extensión el resto de sociedades occidentales), recalcando la vulnerabilidad actual de valores y la aceptación colectiva de un discurso fácil y digerido, promovido en parte por los mass-media, evitando así una necesaria reflexión ante lo que nos rodea. Cuestiona también la presunción automática de valores clásicos en la figura del superhéroe (los buenos), es decir, justicia, desinterés o humildad, denotando así la peligrosidad e invalidez de los juicios y prejuicios prematuros.

La historia es sencilla y llena de contrapuntos con las películas de superhéroes. El primer contrapunto está, inevitablemente, en centrar en el personaje del villano todo el peso narrativo del relato. Se trata de un supervillano atípico: con alter ego (el sensible Billy); provisto de ayudante (un misterioso hombre cuyo poder es la asombrosa capacidad de sudar mucho, que sirve como ácido reproche al “vale todo” en la cultura de los superpoderes); enamorado de una chica normal, Penny (Felicia Day, Buffy Cazavampiros); y al que se le pueden atribuir cualidades más bondadosas que a su Némesis, el Capitán Hammer (Nathan Fillion, Firefly), un superhéroe sin alter ego, interesado y tremendamente vanidoso. Dr. Horrible lo define como “herramienta corporativa”, en un claro ataque al uso de este tipo de personajes, en la industria cinematográfica actual.

El segundo contrapunto lo encontramos en el propio elemento formal del relato. Se trata de un musical con canciones no carentes de humor absurdo (este tipo de comedia la desarrollarán posteriormente de manera magistral los Flight of the Conchords) y repleto de una buscada sensación de “cutrerío” frente a las adineradas y tridimensionales superproducciones hollywoodienses.

El último contrapunto lo encontramos en el magnífico final, ya que no se trata del clásico “final feliz” -a pesar de que Dr. Horrible parece conseguir su propósito-, ya que en el último plano se puede observar la tremenda infelicidad del personaje. No siempre alcanzar tus metas profesionales lleva asociado una sentimiento de plenitud, como se nos quiere hacer ver desde, por ejemplo, el mundo publicitario.

En resumen, una ácida sátira sobre la sociedad actual y su entorno, disfrazada de musical absurdo de superhéroes, con unos personajes genialmente compuestos e interpretados, que sorprende por conseguir su objetivo con una duración tan limitada (consta de 3 actos de 15 minutos cada uno). Muy recomendable.

Podéis verla subtitulada en español pinchando


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