Cannes 2013 ya ha
terminado. Un año más siguiendo intensamente desde la distancia uno de los mejores fesivales cinematográficos en cuanto a calidad. Me
han quedado ganas de ver muchísimas películas, el problema será, como siempre, su proyección en España ya que supemanes, coches, disparos y diálogos absurdos coparán la cartelera de la mayoría de salas de este país. Salvo directores como los Cohen o Polanski, con tirón comercial, el resto de filmes tendremos que esperar a ver su aceptación en países más avanzados culturalmente que nosotros para que podamos disfrutarlos (ya sabemos lo cuesta proyectar cine subtitulado). Sólo hay que recordar lo que tardamos en ver Amour en la gran pantalla tras haber ganado la Palma de Oro 2012.
La Palma de Oro 2013 se la ha
llevado La vie d'Adèle del director tunecino Abdellatif Kechiche, de forma muy
merecida según público y crítica. Pocas veces he visto tantos comentarios
positivos de gente con opiniones cinematográficas tan diversas. La película
está inspirada en un cómic ("El Azul es un Color Cálido"), y narra la
relación lésbica entre dos jóvenes adolescentes, y a todo lo que se tendrán que
enfrentar para sacar adelante su vida. Todo el mundo destaca el espectacular
papel de las dos actrices, las francesas Adèle Exarchopoulos y L'ea Seydoux y, sobre todo, la capacidad del director para rodar escenas sexuales tan reales y
rebosantes de sensualidad, con un lenguaje muy distante de lo que nos llega al
otro lado del Atlántico, y que nunca se atrevería a mostrar.
El Gran Premio del Jurado se
lo ha llevado Inside Llewyn Davis
de los hermanos Cohen, que narra la vida de un joven cantante de folk a
principios de los años 60. Supongo que su estreno en España no se hará esperar,
debido a la importancia y notoriedad de sus directores.
El Premio Internacional del
Jurado ha caído en manos del director japonés Hirokazu Kore-eda y su película
Soshite chichi ni naru (Like Father, Like Son), en la que un acontecimiento
cambiará por completo la plena vida que parece lelvar una familia asentada de
clase media-alta japonesa.
Aparte de estas tres
películas -que espero pronto podamos disfrutar en nuestras grises carteleras-,
el festival de Cannes ha dado mucho más de sí. Tengo muchísimas ganas de
disfrutar de los nuevos trabajos de Asghar Farhadi, Le Passé (El Pasado) que, tras
la fantástica y oscarizada Jodaeiye Nader az Simin (A Separation) ha dejado el
listón muy muy alto y del "cirujano" François Ozon (Jeune et Jolie) que vuelve a poner su
bisturí sobre la clase media francesa (y con muy buenas críticas), como ya hizo un año antes en Dans la
Maisôn.
Han salido airosas también
las películas Nebraska de Alexander Payne, Only Lovers Left Alive del gran Jim
Jarmush, Only God Forgives de Nicolas Winding Refn, Borgman del holandés Alex
van Warmerdam o La Grande Bellezza del italiano Paolo Sorrentino (que ha
generado discordia, aunque más aplausos que abucheos)
Otros premios del festival
han sido:
Mejor director: Amat
Escalante por su película Heli (México)
Mejor actor: Bruce Dern por
Nebraska (Estados Unidos)
Mejor actriz: Bérénice Bejo
por Le Passé (Francia)
Mejor guión: Jia Zhang Ke
por Tian zhu ding (A Touch of Sin) (China)