lunes, 8 de enero de 2018

Las 10 series de 2017


2017 ha sido, sin ninguna duda, el mejor año televisivo que se recuerda en mucho tiempo. Buena culpa de ello lo tiene el regreso de dos genios como David Simon y David Lynch (al que habría que sumar otro David, Fincher), el maravilloso final de LA serie de la última década, The Leftovers y la firmeza de otras como Skam y Transparent (ambas estrenaron su cuarta temporada sin mostrar íntomas de debilidad, aunque en el caso de la noruega todo parece indicar que no habrá más entregas).

Este año cabe destacar una mayor presencia en pantalla de guiones y personajes con una clara actitud y mensaje feminista: Ahí están Marvelous Mrs. Maisel, Transparent, Feud: Bette and Joan, Better Things, Insecure, Alias Grace, Godless o Girls, que llega a su final como auténtico referente de una generación (aún no he visto SMILF). A pesar de que la academia se ha hartado a premiar a otras de mensaje más edulcorado y manierista como The Handmaid´s Tale o Big Little Lies.

La comedia ha vidido un gran año gracias a grandes títulos como Veep, Silicon Valley, Master of None, Baskets; series de animación como BoJack Horseman, Big Mouth o Rick and Morty y el esperadísimo retorno de uno de los más grandes: Larry David y la novena temporada de Curb Your Enthusiasm.

Señalar también el buen hacer de Peaky Blinders, The Punisher, Better Call Saul, Mindhunter y Manhunt: Unabomber entre lo mejor de este año. Y también el salto de calidad de la teleficción española con grandes títulos como La zona, Vergüenza, El caso Asunta o El fin de la comedia.

Muchas de estas series comentadas podrían estar en cualquier top, pero para el que escribe, estas han sido las diez mejores series de 2017:




10. Gomorra (T3)

 

 Quizá el guión de esta tercera temporada lastre un poco el cuidadoso estudio de la luz y el espacio que esta serie hace a cada plano. Azul y naranja en continua lucha en una serie en la que las diagonales y los colores se convierten en puros elementos narrativos.


9. Dark (T1)


 Dark no engancha desde el primer episodio. Su atmosfera fria y personajes hieráticos se hacen bola en el espectador mas impaciente. Toda la trama se va cociendo a fuego lento, muy muy lento... Todo lo contrario que Stranger Things, con la que muchos la han comparado. No se parecen en nada: una se nutre únicamente de la nostalgia y otra construye un relato desde sus imágenes, justficando cada plano. Sin duda una de las sorpresas de este año que tendrá dificil la tarea de mantener la calidad en una segunda temporada (ya confirmada) que se prevé más enrocada y totalmente innecesaria. Ojalá me equivoque.


8. The Marvelous Mrs. Maisel (T1)


 La reciente ganadora de dos Globos de Oro (mejor serie y mejor actriz principal)  es todo un soplo de aire fresco para la comedia actual. A mi juicio, una de las series que mejor ha entendido el feminismo en este 2017. Una serie que no se cansa de dinamitar los cánones clásicos de la edad dorada de hollywood y los musicales, para acabar construyendo un discurso extremadamente postmoderno en torno a la figura de la mujer. Rachel Brosnahan está simplemente espectacular.


7. Master of None (T2)


 La primera temporada de esta genialidad ya contenía motivos para esperar con muchas ganas una segunda entrega. Episodios como (1x05) Indians on TV o (1x09) Mornings eran auténticas delicias que confirmaban a Aziz Ansari como uno de los cómicos a seguir. Pero en esta segunda temporada Master of None ha dado un salto de calidad, no hay episodio malo y la serie desprende una luminosidad difícil de encontrar en otro producto similar. Los dos últimos episodios quizá compongan la mejor comedia romántica de este 2017. Y con Un anno d'amore de Mina sonando de fondo...


6. Transparent (T4)


 Si no existiese Transparent habría que inventarla. La importancia de esta serie para entender el complejo mundo en el que vivimos es enorme, y sus enseñanzas impagables. Esta temporada se atreven a dar su opinion sobre el conflico judio-palestino en unos episodios simplemente magníficos. Larga vida a los Pfeffermans!


5. Rick and Morty (T3)


Crece y crece la serie más irreverente de la televisión, capaz de cargarse en veinte minutos todas las referencias que le pasen por delante... Quedará para la historia de la televisión el episodio Pickle Rick, en el que Rick decide convertirse en un pepinillo, simplemente porque puede. Una genialidad tras otra en una serie que parece estar siempre en continua superación.


4. Skam (T4)


 Probablemente su apariencia de serie de adolescentes haya espantado a muchos espectadores no dispuestos a aguantar otra serie de romances de colegio. Los que se hayan quedado hasta el final habrán visto una de las mejores propuestas de la televisión en cuanto a denuncia racial y de género. Esta cuarta temporada se centra en Sana y trata temas como la religión islámica, la destrucción de la imagen personal, el ciberbullying, los amores prohibidos o la amistad. Un must


3. The Deuce (T1)


 Una serie de David Simon siempre es una gran noticia y una oportunidad para dar un tirón de orejas al acomodado establishment americano. Esta vez Simon narra el turbio comienzo de la industria del porno en Estados Unidos en los años 70 y su relación con la prostitución de entonces. El innecesario doble personaje de James Franco no empaña una serie de grandísima calidad con una Maggie Gyllenhaal en estado de gracia, componiendo uno de los personajes femeninos del año (o de la década)


2. The Leftovers (T3)


 La mejor serie de los último años. Y punto. Y el mejor final. Si se trata de creer o no creer, yo creo. Y ya que estamos en plan fan: #TeamNora


1. Twin Peaks: The Return 


 Los efectos de este monstruo televisivo creado por Lynch tardarán años en superarse. Una colleja en toda regla a la complacencia a la que habían llegado tanto espectadores como producciones televisiva en los últimos años. Lynch lleva la paciencia del espectador al límite, se carga los tiempos y la narración, le da una vuelta de tuerca al cliffhunger... En definitiva, hace y deshace a su antojo estableciendo un nuevo código televisivo que hace que todas series que no se ajusten mínimamente a él parezcan mediocres. El episodio octavo supone desde ya una cima de la televisión. Quizá dentro de 25 años haga falta una cuarta temporada para volver a remover toda la mierda acumulada hasta entonces...



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