martes, 26 de febrero de 2013

Cobardía y premios cantados

Lo esperado. El plumero se ve desde lejos, como el monte Rushmore. Un año más y casualmente todas las películas, directores y actores premiados son "made in Holywood". Este año, con la fuerte presencia de Amour había una oportunidad de lavado de cara, de dejar de mirar al "operado" ombligo americano, pero no. Un Oscar se llevó Amour y a película extranjera, que no pueden competir americanadas (de momento).

La máxima cobardía se demostró al premiar a Jennifer Lawrence (no tengo nada contra ella, es más siempre he defendido que es lo único que se salva de su mediocre película) por encima de una soberbia Emmanuelle Riva. Eso, por no nombrar la absurda no nominación a Jean Louis Trintingnant como mejor actor principal, que se lo hubiese puesto más difícil Daniel Day Lewis.


Y como no se nominó a Ben Affleck a mejor director (y sí a David O. Russell, incomprensible), pues hay que compensarlo con otros premios menos merecidos al ver que el resto de academias no cesan en su empeño de demostrarle a Holywood lo buen director que es.


Se podría haber dado los Oscars sin tanto suspense, con los sobres abiertos, porque la única sorpresa (para los ingenuos) fue el premio al director Ang Lee, taiwanés de nacimiento pero americano de corazón. Y es que Ang Lee es un filón, lo mismo te hace una película de superhérroes, que de filosofía oriental con toques de acción barata, que una de vaqueros homosexuales que La vida de Pi. Éxito de taquilla seguro. No nos extrañe que en los próximos años se cambie el apellido por Lee-Jones.

No voy a entrar demasiado en el premio a la mejor fotografía, ya que considero que La Vida de Pi no debería competir en la misma categoría que las demás, por el excesivo tratamiento digital que lleva la película, lo que convierte a la fotografía en algo artificiosa y postproducida.

Y es que hubo cobardía hasta en una categoría como la animación, donde parece que los estudios Pixar tienen amnistía creativa, y hagan lo que hagan tienen Oscar asegurado. Brave es flojita, muy flojita, y más si las comparamos con las excelentes (y revolucionarias) Wall-E, Up o Toy Story 3. Rompe Ralph! es mucho más divertida y original que su rival.

En resumen, cantadísimos premios. Me imagino a los académicos sentados en el sillón con las siguientes premisas. a) Silver Linning Playbook tuvo una gran acogida entre el público que paga, así que tiene que llevarse un premio principal; b) Zero Dark Thirty debe ser castigada por los rumores que asolan su reputación; c) No se debe dar demasiados Oscars a Lincoln, que se nos ve el plumero y; d) Amour y Bestias del Sur Salvaje ya se pueden sentir premiadas simplemente con las nominaciones. Ahhh, por cierto hay que corregir urgentemente el error de la no nominación a Affleck  director que se nos echan encima, solución: le damos película y guión y apañaos.

No se trata de no estar de acuerdo con las nominaciones, como si de una pataleta de un niño se tratase, pero es verdad que era una ocasión histórica para haber convertido esta entrega de premios en algo más serio. Un premio a Haneke a guión (a director ya sería mucho pedir) o a Rivá como actriz hubiese ayudado. Aunque claro, siempre hubiese sido más fácil darle los 12 Oscars a Lincoln, como ya se hizo con la hipercomercial Titanic.

Anda, mete un número en directo de Los Miserables, que eso siempre queda bien.... No sé qué me esperaba, la verdad.

1 comentario:

  1. Toda la razón, los premios este año no son merecidos totalmente, pero ya sabemos como es el "made in Hollywood"

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